martes, 11 de noviembre de 2014
Metas y Objetivos:
Llegó el momento de hacer un alto, de pisar el freno y reflexionar, quizás la hora no amerite grandes reflexiones pero lo intentaré. Esto de ser noctambulo, ya es parte de mí.
Todo esto sucedió, o mejor dicho comenzó a suceder; allá lejos en el tiempo, una Señora DOCENTE, se cruzó en mi camino, el año 1989 transcurría y una nueva palomita blanca pisaba los patios de esa enorme y bella escuela, la prisa era ya parte de mí, al poner un pie en el aula, rompí en llantos y todo mi mundo era mi mamá, que se alejaba lentamente tras el gigante ventanal. Allí intervino la seño Laura y todo comenzó a suceder.
Desde ese momento comenzó mi etapa educativa formal. De ella mi seño durante 7 años, aprendí lo bello que es ser docente, su amor, paciencia, compromiso, y sus ganas etc. Fueron madurando en mi cabeza, durante mí transitar en la escuela.
Pasado el tiempo, ya terminando la secundaria, comencé a decidir... ¿Dónde estudiar? el que ya lo sabía, docente. Allí comencé en el instituto el Prof. de lengua y literatura, curse del mismo, los 4 años de la carrera, por imposibilidad del tiempo que ocupaba mi trabajo tuve que dejar. Retome tiempo después y volví a dejar.
Ya en 2010, comencé mi último y postergado sueño. Los pasos fueron placenteros y con mucha satisfacción, fui avanzando, los obstáculos se iban interponiendo, y fui sorteándolos uno a uno.
Me costó mucho esfuerzo y sacrificio llegar aqui, pocas horas de sueño, y postergar muchas cosas. Fue mi elección, mi objetivo de vida. El deseo de mis padres y el de mi familia.
Pero aquí estoy, en 4º año, a días de terminar mi segunda y última parte de la residencia. Tuve en su paso muchas dificultades, cumplir con las pautas estipuladas por las docentes, no fue tarea sencilla, respetar un horario, tiempos institucionales, objetivos y planes a largo plazo quizás se dificultaron, además de demostrar carencias a la hora de planificar.
Pero siempre con la mejor predisposición y teniendo en claro, que cada sugerencia, pedido, y hasta llamado de atención fue en beneficio de mi crecimiento profesional.
Sentarme a planificar con el tiempo necesario y la cabeza 100 % a lo que estaba realizando nunca lo pude lograr, o al menos en muy pocas ocasiones, la apoyatura de mi esposa, ella digitalizó todas mis planificaciones, se ocupo de la búsqueda de información. Fueron un aporte gigante para llegar hoy a donde estoy. Todo ese aporte tan solo para que pueda dormir un poco más.
A su vez los mecanismos se fueron aceitando, y de a poco fue costando menos planificar. Mirar atrás y ver como costo la primera planificación del año, y la cantidad que logré hacer hasta el momento da cuenta de un progreso y un acompañamiento por parte de las docentes, ellas en particular apuntalaron mi transitar por este mi último año.
La meta está a un paso, solo queda terminar mi segunda parte de residencia. Y saborear las mieles del esfuerzo.
El ser docente es una vocación, no hay otra palabra que defina tanto esfuerzo…
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